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NO AHORRO, ¿por qué?

Crecemos y en la mayoría de las veces no nos educan para el ahorro, es un hábito que en pocas familias se practica. Igual recordarás esta frase cuando eras pequeño “Hijo, cámbiate, vamos a comprar esos tenis que tanto te gustan, aprovechando que en esta quincena me sobró un dinerito” ¿qué mensaje recibimos? exacto, que cuando nos sobre dinero hay que gastarlo. No digo que no compremos los tenis, lo que afirmo es el hábito de gastar lo que nos sobra en la quincena o en el mes. Queda en nuestro subconsciente y cuando crecemos repetimos los mismos patrones, ahora no solo comprando ese tenis, no, ahora comprar el carro del año aunque lo debamos a 7 años, no importa, para eso trabajamos. ¿Te imaginas pensar que tus próximas quincenas ya están gastadas? así es, ya lo tenemos destinado, para alimentos de la casa, escuela de los hijos, diversión y claro, la letra del carro. La sociedad exige un estilo de vida y si pensamos que el tener es lo más importante caemos en el error de contraer deudas y a veces impagables. ¿Qué hacer para lograr el hábito del ahorro? El primer paso que yo aplique fue buscar en la biblia, ¿habrá algo en este libro que me pueda ayudar a lograr empezar a ahorrar? ¿A poder guardar para emergencias de la casa? no tuve que buscar mucho, en proverbios encontré la respuesta: “Proverbios 21, 20 El sabio tiene en su casa aceite y provisiones, el tonto sólo sabe gastarlas”, luego entonces la pregunta que me hice fue, ¿he sido un sabio o un tonto? el mensaje es claro, Dios nos invita a ser sabios, podemos empezar hoy mismo, ahorra el importe de esa coca cola que te tomas todos los días, es momento de tomar agua, hasta es mejor para la salud. Con estos pequeños gestos podemos lograr el ahorro. ¿Qué otro ahorro podrías hacer? Ánimo, se puede ser sabio, es tiempo de poner acción a nuestras vidas. Bendiciones.


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