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Lo que el COVID aún no se llevó

¿Cómo empezar a escribir en un blog? ¿A quién dirigirme? ¿Cómo adaptar el lenguaje ante un público que no conozco? A pesar de haber escrito algunos artículos sobre temas variados, ahora me encuentro frente a la posibilidad de expresar algunos pensamientos a través de la palabra escrita y el formato de “reflexiones” presentado en este blog ayuda mucho para esa finalidad. Pero, ¿qué reflexionar? ¿Qué hay en este momento en mi mente para compartir con ustedes? Bien, creo que quisiera invitarlos a hacer un pequeño alto de las prisas cotidianas para abrazar durante unos minutos el misterio de la humanidad.


Cada día en nuestra historia es como un nuevo comenzar. Cada momento, con nuestras decisiones y circunstancias, van escribiendo el hermoso guion de nuestra historia. Esos momentos, esos días, se convierten en meses, y éstos en años, cada uno vivido con su propia peculiaridad. Pero el 2020… ¡El 2020 se voló la barda! Creo que, para estas alturas del partido, sobra decir que la situación actual se ha convertido en una experiencia inédita para nuestra generación. Sin embargo, uno de los síntomas del SARS-COV-2, que es altamente contagioso y del cual no se habla mucho, es la disminución de la capacidad visual, nublando la vista e impidiendo ver con claridad lo que es verdaderamente importante.


Recordaba en estos días aquella frase plasmada por Antoine de Saint-Exupéry en su obra El principito: “Sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos”. ¡Qué mejor momento de la historia para poder entender esta frase que el momento presente! Los noticieros, las conversaciones con amigos, las pláticas en la familia… pareciera que ya solo existe un tema de conversación: el COVID 19. Pero, ¿dónde queda la humanidad, nuestra humanidad? ¿En qué momento de nuestra historia decidimos que solo el dolor, la angustia y el miedo podían venderse a través de un noticiero? ¿En qué momento abandonamos la idea de comunicarnos esperanza a través de los medios digitales? ¿En qué momento permitimos que lo “vendible” nos robe nuestra capacidad de ser humanos?


Hay un video que ha llegado a mis redes en estas semanas a través de la plataforma de YouTube, titulado “COVID-19 together we will rise up” (unidos nos levantaremos) de Brigitte Wickens. En el video se muestran los esfuerzos y luchas de tantos médicos alrededor del mundo, pero también me emocionaba al ver tantas acciones hermosas de las personas a lo largo de distintos países buscando dejar un solo mensaje: saldremos de esto juntos. ¿Te has puesto a pensar en esto? La belleza de la humanidad. Los analistas financieros no han dejado de advertir la enorme crisis que se viene, algunos países que parecían haber controlado la curva de contagios están presentando rebrotes, algunos se animan a decir que la falta de vacuna es también una estrategia para reducir el número de habitantes de la población mundial, pero, ¿qué tal si, detrás de todo, lo verdaderamente importante estuviera en replantearnos la pregunta sobre nuestra humanidad? ¿Qué implica realmente ser persona? ¿Y si este fuera el momento de construir sociedades más solidarias, economías más humanizantes, sistemas educativos más trascendentes? Si la pandemia realmente fuera esa oportunidad de elegir entre ser más humanos o de continuar nuestras vidas y ser ya lo éramos, ¿te animarías a cambiar?


Por Jorge Luis Morales

Licenciado en Ciencias de la Familia por la Universidad Anáhuac



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